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Pie de foto: Guillem Bestard i Cànaves, Sorolla pintando en San Vicente. Pollensa. Mallorca. La Esfera 23 agosto 1930

Este mes de junio, se ha inaugurado la exposición «Viajar para pintar. Sorolla en Mallorca», organizada por el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla, en colaboración con el Museo de Mallorca, y que se podrá visitar hasta septiembre, en el marco de la celebración del centenario del pintor.

Esta exposición busca llevar las obras del pintor a los principales enclaves donde fueron ejecutadas, en su mayoría al natural. Tras las exposiciones en San Sebastián, Toledo, La Coruña y Valladolid, la última parada acaba de llegar al Museo de Mallorca y aborda la estancia que el pintor valenciano hizo en la isla en el verano de 1919. Se trata de un viaje de especial relevancia para su trayectoria, ya que las pinturas realizadas en las Islas Baleares suponen la última visión del Mediterráneo de Sorolla, puesto que después sufrió la enfermedad que le apartó de la pintura hasta el final de su vida, tres años después.

Sorolla viajó a Mallorca acompañado de su familia y visitó durante su estancia algunos de los lugares más emblemáticos de la isla: Palma, Artà, la costa de Valldemossa y Pollença. Fue en esta última zona donde Sorolla encontró el lugar en el que llevó a cabo una de las series más sobresalientes de su carrera, la Cala de San Vicente.

La exposición incluye nueve paisajes, un cuadro de una payesa y dos interiores mallorquines poco conocidos. La muestra se completa con algunas fotografías de este viaje y una serie de útiles del pintor.