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El Palau de Congressos de Palma, abierto en 2017, se ha convertido en todo un icono de la fachada marítima de la ciudad, que emerge como una extensión de la antigua muralla que rodeaba la ciudad.

Concebido por el arquitecto navarro Francisco Mangado, el edificio presenta una estructura similar a una colmena con un interior que alberga dos modernos auditorios, con capacidades para 1.966 y 471 personas respectivamente. Su área de exposición está diseñada como una cueva abierta hacia el mar, permitiendo que la luz natural ingrese a través de amplias cristaleras. Además, el edificio cuenta con varias salas de reuniones y una terraza de 600 m2 que ofrece vistas incomparables de la Bahía de Palma, proporcionando una alta versatilidad.

Mangado utilizó una combinación única de formas y materiales para crear esta obra maestra eficiente en diseño, que ocupa más de 56.000 m2 junto al hotel anexo, Meliá Palma Bay, con sus 268 habitaciones. El granito antracita adorna los suelos de todo el complejo, la piedra de marés recubre la fachada, y la madera tropical de Gabón da tonos anaranjados y rojizos al interior del Palau. Externamente, el innovador aluminio a aire inyectado llamado "alusión" no solo embellece, sino que también actúa como aislante térmico y acústico.

Según palabras del propio arquitecto, "se han utilizado materiales con un componente atemporal, pero sobre todo materiales extraordinariamente jóvenes y fantásticos". Además, en esta excepcional composición, la luz se erige como el elemento central. "Alguien decía que es el material más barato y uno de los más importantes para hacer arquitectura – enfatiza Mangado – pero, además, en el caso del Mediterráneo, es una luz fantástica que hay que saber aprovechar."

Esta obra de Mangado fue reconocida con el Premio de Arquitectura Española 2017, otorgado por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). Este galardón honra aquellos proyectos con mayor singularidad arquitectónica, innovación y calidad en la construcción.